
En un lejano bosque vivía
el árbol Simón que cuando observaba a los demás los criticaba y decía:
_ Ese árbol tiene una
fruta dañada.
_ Ese otro tiene una hoja
seca.
_ Y aquel tiene una rama
torcida.
El árbol Simón, no sólo
no paraba de criticar, sino que también las cosas sólo estaban bien cuando él
las hacía. Y, murmuraba diciendo:
_ Estos árboles. Ni
siquiera saben buscar una buena orientación para recibir los rayos del del sol.
Y esos...