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jueves, 23 de octubre de 2014

La mariposa que buscaba un empleo


Una mariposa volaba de jardín en jardín buscando un empleo como polinizadora de flores. Cada día dejaba su currículum en una hojita verde a los colibríes de los jardines  y luego se marchaba.

Como no tenía empleo, su necesidad económica iba en aumento, tanto era así que muchas veces no podía comprar polvitos de colores para variar su vestimenta.


Pasaba el tiempo y al ver que no la llamaban de ningún jardín, se le iban acabando las esperanzas. Y para su desconsuelo  cada día los amigos se iban apartando de ella por no tener dinero para salir y compartir con ellos.

La soledad, la frustración y la sensación de sentirse miserable la mantenía acostaba sobre la hoja de un pequeño árbol sin ánimo de levantarse para seguir luchando. De vez en cuando soplaba el viento y los rayos de sol bañaban sus alas, pero la mariposa en su tristeza  no se levantaba, sólo esperaba a ver si alguien la llamaba para ofrecerle el tan anhelado empleo.

Un gusanito  que caminaba por el borde de la misma hoja al ver que la mariposa pasaba horas y horas afligida acostada sobre ésta se acercó y le dijo:

El mayor estancamiento para vivir es la espera, porque al estar pendiente del mañana te estás perdiendo el día de hoy.

La mariposa se quedó mirando al gusanito por unos instantes  hasta que rompió su silencio diciendo:

_ Creo que debo hacer algún voluntariado y ejercitar algún hobby hasta que encuentre un empleo.

Desde ese día la mariposa empezó a hacer voluntariado en diferentes lugares y cuando llegaba al pequeño árbol escribía cuentos cortos en las hojas de este.

Pasados los meses,  un colibrí la llamó para ofrecerle un empleo en sus jardines. Cuando la mariposa llegó a uno de los jardines observó las flores con sus perfumados colores e inmediatamente empezó su trabajo de polinizadora con mucha alegría.

Y para su sorpresa, en la noche, cuando llegó al pequeño árbol encontró a varios insectos sobre las hojas de éste leyendo sus cuentos cortos. Un saltamontes cuando la vio acercase dio un salto de felicidad y exclamó:

_ ¡Léenos uno de tus cuentos por fa!

La mariposa alumbrada  por  los destellos de las luciérnagas empezó a leer uno de sus cuentos favoritos y todos los insectos allí presentes escuchaban en silencio incluyendo a la cigarra y al grillo. La mariposa al terminar de leer, susurró en voz baja:

_ ¡Mañana será un gran día! ¡Dulces sueños!

_ ¡Dulces sueños! _respondieron todos.

De esta manera la mariposa entendió que los tiempos de crisis siempre se superan y que muchas veces en esos tiempos puede fluir la creatividad para sacar lo mejor de cada uno.

Autora: María Abreu


No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré (Isaías 41:10) 


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