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viernes, 31 de julio de 2020

EL PRINCIPIO DE LA SABIDURÍA

Con la vista muy atenta Matías miraba a aquel pintor maestro trazando con precisión su majestuoso dibujo.

_ ¡Estos trazos son una obra maestra! – decía el maestro dibujando sobre el papel.


El discípulo miraba atentamente sin mediar palabra porque no salía de su asombro mirando el dibujo del maestro.

Sin apartar la vista del lienzo el maestro preguntó al discípulo:

_ ¿Qué te parece el dibujo?

_ ¡Impresionante! _ respondió el discípulo.

_ ¡Mmm! ¿Sabes cuál es el primer principio? _ preguntó el maestro.

El discípulo creyendo que tenía una vista fina para apreciar un buen principio respondió:

_ ¡Unos trazos firmes, fuera de lo común!

_ ¿Ese es el primer principio? _ preguntó el maestro con la mente libre de distracciones.

Acto seguido comenzó a escribir con tinta sobre el papel:

....... ......

_ El primer principio es buscar y servir a Dios con reverencia.  Esa reverencia te hace ser sabio, porque no hay sabiduría, no hay consejo por encima de Dios.

 

Autora: María Abreu

 

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. (Proverbios 1:7)

 

Amiguito, amiguita en este versículo la palabra temor no se refiere a miedo, sino que para ser sabio e inteligente debes servirle a Dios en obediencia. Porque Dios es quien da la sabiduría.

....... ......

 

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Nerea e Isabela no quieren compartir

En una casita muy bonita vivían Nerea, Isabela, y Alicia. Sus padres acababan de comprarles muchos juguetes para que jugaran compartiéndolos entre sí.

Fue tanta la alegría que sintieron Nerea e Isabela que decidieron ponerse a jugar de inmediato en la habitación.


Entre sus juguetes tenían muñecas, instrumentos musicales, cochecitos, juego de cocinas, juguetes de enfermera y diferentes puzles.

....... .......

Mientras jugaban y se divertían se dieron cuenta de que Alicia, su hermana menor de cuatro años, le costaba entender algunos juegos, por eso Nerea e Isabela empezaban a perder la paciencia porque quería disfrutar de todos los juguetes casi a la vez. Y a Nerea se le ocurrió una idea para mantener a su hermana pequeña alejada de los juguetes, así que se le acercó para hacerle la siguiente propuesta:

_ ¿Alicia qué te parece si jugamos contigo a que estás enferma?

_ ¡Sí, juguemos a eso! _ respondió la pequeña Alicia sin darse cuenta de que ese juego era la manera de aislarla de los juguetes.

_ Ven acuéstate en esta cama, te pondré una mantita y un termómetro en la boca. Recuerda que no te puedes levantar porque estás enfermita_ agregó Isabela.

...... ......

Con Alicia enfermita en la cama, Nerea e Isabela disfrutaban a tope con todos los juguetes de la habitación. Se disfrazaban de enfermera, hacían conciertos con los instrumentos musicales, jugaban y armaban puzles…

 Minutos después, la madre entró a la habitación y vio a la pequeña Alicia en la cama mientras Nerea e Isabela disfrutaban con los juguetes.

 Inmediatamente la madre comprendió lo que estaba pasando, por ese motivo sin decir media palabra se fue a la cocina y de allí trajo un buen trozo de tarta de chocolate

Se acercó a la cama y empezó a darle el rico trozo de tarta de chocolate a la pequeña Alicia.

Cuando Nerea e Isabela le pidieron un poco, pero la madre se negó diciendo:

_ Esta tarta de chocolate es sólo para Alicia porque a los enfermos hay que tratarlos bien para que cojan fuerzas y tengan una pronta recuperación.

 Luego la madre se levantó y volvió a la cocina. Esta vez trajo un rico batido de frutas y también se lo dio a la pequeña Alicia.

Nerea e Isabel al ver esto reflexionaron y le dijeron a su pequeña hermana que se levantara de la cama que ya estaba sana y que podía jugar con ellas.

 Luego se acercaron a su madre pidiéndole que les diera un trozo de la tarta de chocolate. La madre les dijo que se los daría pero que primero debía saber la importancia de compartir.

_ ¿Cuál es la importancia de compartir mamá? _ preguntó Isabela.

_ Es importante compartir porque cuando lo haces aprendes a ser generoso, a ser justo, y aprendes a ser un buen amigo _ explicó la madre.

 

 

 Autora: María Abreu

 

El que da al pobre no pasará necesidad, pero el que cierra sus ojos tendrá muchas maldiciones. (Proverbios 28: 27)



EL NIÑO QUE NO SABÍA AHORRAR – Cuento corto

Con la vista muy atenta Miqueas miraba un osito de peluche en el escaparate de la tienda de juguetes.

 

_ ¡Mami cómprame ese peluche! _ ordenó Miqueas con apenas 6 años de edad.

 

_ Hijo te he dicho que no hay dinero suficiente para comprar ese peluche – explicó la madre.

 

_ ¡Sí, cómpramelo, lo quiero ahora! _ vociferó Miqueas dando pataletas.

 

_ ¡Te he explicado que no tenemos dinero suficiente! _ dijo la madre agarrándolo de las manos para llevárselo de regreso a casa.

 

Ya en casa Miqueas entre llantos continuaba diciéndole a su madre que quería ese osito de peluche para dormir con él.

 

Al escuchar esto, la madre con mucha ternura se sentó en el sofá con Miqueas y le explicó:

 

...... .....

_ Te regalaré una hucha para que ahorres dinero y te lo puedas comprar.

 

_ Pero… ¿Cómo puedo ahorrar mamá? _ preguntó Miqueas con cierta preocupación.

 

...... ....

_ Primero tienes que aprender a dividir el dinero que te dan tus papás. De ahí, gasta 50 céntimos para chuches y ahorra 50 céntimos para la hucha. A todo esto, se le llama ingresos, gastos y ahorros_ explicó la madre.

 

_ ¡De acuerdo mamá! ­_ expresó Miqueas muy contento porque por primera vez iba a aprender a ahorrar.

 

Segundos después fue a su habitación y sentado en su mesita de estudio contó los ingresos de un dinero que le había regalado su abuela, más el dinero que le habían dado sus papás. Dividió  gastos para los chuches y echó sus ahorros en la hucha.

 

Pasadas unas semanas Miqueas ahorró el dinero suficiente y se fue a la tienda con su madre a comprar su ansiado osito de peluche.

 

Dormido, abrazado a su peluche Miqueas aprendió acerca del valor del ahorro.

 

Autora: María Abreu

En casa del sabio hay riquezas y perfumes, pero el necio gasta todo lo que tiene. (Proverbios 21: 20)


 



LA LUCIÉRNAGA ORGULLOSA Y PRESUMIDA

Una luciérnaga volaba cada noche y se posaba en lo alto de un pino para que todos los animales nocturnos admiraran la luz que desprendía.

 

Una noche un búho humildemente se le acercó y le dijo:

 

_ Veo que tienes mucho orgullo por la luz que tienes.

 

_ No es que tenga orgullo, es que todos me admiran porque brillo de noche – argumentó la luciérnaga.

 

_ ¿Y no te has preguntado por qué sólo brillas sólo de noche? _ dijo el búho.

 

...... .....

 Ante esta pregunta la luciérnaga se quedó pensativa dudando de la respuesta que podía ofrecer, por eso preguntó:

 

_ La verdad es que no sé por qué sólo brillo de noche.

 

_ Pues sólo brillas de noche porque durante el día, cuando el sol brilla en lo alto con todo su esplendor, tú no eres nada.

 

 

..... ....

Autora: María Abreu

 

Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamientos de impíos, son pecado. (Proverbios 21: 4)

 


 



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