Tímidamente la nube
negra va cubriendo el cielo. Las estrellas rojas, blancas y amarillas empiezan
a parpadear de sueño.
La noche va haciendo su
aparición, la luna cruza un arco celeste
en un bostezo; que luego convierte en un suspiro.
Gira la luna, se acerca
al mar y le daun beso de buenas noches. El mar serenamente
se mueve con un discreto oleaje, cautivado por el beso de la luna.
Las estrellas continúan
parpadeando de sueño, mientras la luna se remontahacia los montes y los árboles para darles un
beso de buenas noches. Los viejos árboles comienzan a bostezar llenando la
noche de suave fragancia y dulces sonidos.
La luna poco a poco se
va alejando del bosque mirándose en las aguas de los ríos, las fuentes y los
lagos. En la orilla de éstos, descubre hadas
y ondinas que exhalan suspiros y cantos de sueño al compás del sonido de
las aguas.
En silencio, la luna se
aleja totalmente del bosque y lentamente se va asomando a las casas.Observa a
niños y niñas durmiendo sobre sus camas, se acerca con dóciles rayos de luz y
les da un beso de buenas noches.
Luego se remonta hacia el universo y desde allí deja su luz
encendida para que nadie tenga miedo a la oscuridad.
Autora: María
Abreu
En paz me acostaré y asimismo dormiré; porque sólo tú, Jehová,
me haces vivir confiado. (Salmos 4:8) Leer el cuento en inglés: THE MOON, tale to be read in the darkness
Dentro de una jaula que
colgaba en la terraza de un piso se encontraba un periquito azul subido en su columpio. Ridícula altura para un
periquito acostumbrado a volar libremente por los cielos y las altas montañas.
Pero suficiente para matarlo de tristeza y soledad.
Mirando
hacia afuera, se distrajo mirando el paisaje a través de la ventana del balcón.
Cerró los ojos por unos segundos, luego los abrió y miró nuevamente el paisaje
preguntándose qué había hecho para que le encerraran en esa jaula.
En
ese momento la señora Margarita se acercó a hablarle con un tono de voz moderado:
_
"Arriba,
arriba, arriba, Jaimito"
Este
era el primer paso para el adiestramiento del periquito azul. Una manera de
enseñarle a hablar. Mas éste no salía de su asombro y miraba a la señora
Margarita con incredulidad.
Además,
observaba que en la jaula tenía su alimento preferido de mijo y alpiste,
juguetes y una bañerita para bañarse por sí mismo; pero lo único que deseaba
era su libertad.
En
cautiverio, solo, aburrido y triste, se enfermó de catarro y diarrea. La señora
Margarita intentaba animarlo acariciándole la cabecita; pero era inútil, el
periquito azul no salía de su desolación.
Entonces
la señora Margarita al verlo tan triste resolvió dejarlo libre al entender que la libertad tiene su valor cuando puedes
alcanzar el cielo.
En
ese instante, el periquito azul agitó sus alas y salió volando subiendo en
curvas hacia el cielo azul cubierto por los rayos del sol.
Finalmente,
se posó sobre la rama de un frondoso árbol y pensó:
_ ¡No
dejaré que nadie encierre mi potencial!¡ Yo nací para volar!
Autora:
María Abreu
Jesús
le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. (Marcos 9:23)
Había una vez un bosque
que tenía muchos árboles y coloridas flores. Allí las mariposas enlazaban
cientos de colores mientras que otras se embriagaban con su dulce néctar.
A veces, estas
mariposas, por los penetrantes rayos del sol, se vislumbraban de color plata y
otras de color oro.
.........
......
El hada Sarita que recientemente
había llegado al bosque se maravillaba mirando la fraternidad del paisaje. Hasta
que fijó su mirada sobre una mariposa que con un mágico aleteo colocaba diferentes
valores a las hojas de los árboles.
Asombrada por lo que
estaba viendo, el hada Sarita se acercó a preguntar:
_ ¿Por qué esos árboles son tan hermosos?
La mariposa Rosa que
era la guardiana de los árboles con una dulce sonrisa contestó:
......
....
_ Su belleza se
fundamenta en que sus hojas están construidas en valores humanos.
_ ¿Qué son los valores?_ curioseó
el hada Sarita.
_ Los valores son los que hacen que las personas sean mejores cada día_ reveló
la mariposa Rosa.
Al enterarse de esto,
el hada Sarita pidió que le enseñara a construir el árbol de los valores y la
mariposa Rosa le entregó unas hojas para que los seleccionara.
En ese momento el hada
Sarita escogió el valor de la dignidad y la responsabilidad para las
raíces.El valor de la integridad para el tronco. El valor de la amistad y el respeto para las ramas.
Y finalmente el valor del autocontrol, el diálogo, el
esfuerzo, el trabajo,la valentía, la autoestima y la
diversiónpara las hojas.
Después de haber
terminado de construir el árbol de los valores se marchó a jugar.Volando libremente por
el bosque, dejaba un círculo de luz tras su vuelo para que las mariposas lo
atravesaran.
En seguida, bajaron a
los llanos del bosque, formaron un círculo sobre las verdes hierbas y bailaron
alegremente. Entre cantos y música el hada Sarita aprendió a bailar el vals de
las mariposas.
Y con ese mismo baile
se acercó al árbol de los valores; pero lloró tristemente cuando descubrió que
su árbol era el único que no había florecido. Viendo la mariposa Rosa el llanto
del hada se acercó a explicarle.
_ Tu árbol no ha tenido
flores porque entre todos los valores que te di a escoger no escogiste el valor
más importante.
_ ¿Y cuál es el valor
más importante? _ preguntó el hada Sarita entre lágrimas.
_ ¡El valor más importante es el amor!_reveló la mariposa Rosa.
Al escuchar esto, el
hada Sarita voló velozmente y colocó el valor del amor sobre el árbol y éste
comenzó a florecer.
Con este acontecimiento
el hada Sarita entendió la importancia de los valores y sobre todo... el valor
del amor.
No entendía a partir de
qué momento la vida dejó de tener importancia. Los sonidos de los
disparos y las explosiones de las bombas hacían eco en su corazón.
_ ¡La vida es lo más
importante!_ siempre había escuchado decir ¿Pero cómo mantenerse a salvo?
Escondido debajo de un
coche, unas gotas de sangre le salpican la cara. Los gritos de terror y miedo
le hacen cerrar los ojos por segundos.
Luego un silencio…
parece que todo vuelve a la normalidad; pero siente cómo unas manos lo sacan de
debajo del coche. Son sus padres que lo llevan en brazos, corriendo, tapándole
la cara. ¡Apenas tiene ocho años de edad!
De repente, descubre
que está en el mar dentro de una pequeña barca, flotando sobre profundas y
frías aguas. Tiene mucho frío, sólo está cubierto con una fina manta.
Sus padres huyendo de la guerra junto a muchas personas más navegan sobre el mar hacia otro país en busca de refugio.
Mas las olas… golpean
una y otra vez la pequeña barca. Cierra y abre los ojos y ve el mar, cierra y
abre los ojos y otra vez el mar, el mar…
_ ¡Si los sueños alimentan el alma, soñaré con ir a la escuela, todas las
mañanas… algún día!_ pensó, y luego se durmió.
Autora: María
Abreu
Él da esfuerzo al
cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. ( Isaías 40: 29) Leer el cuento en inglés: The Broken Dreams of a Child
Sentada sobre la roca
de una isla, la descubrió peinando su largo cabello ondulado como las olas, miró
sus ojos azules salvajes como el mar y la parte inferior del cuerpo que se
movía de derecha a izquierdacubierta
con el agua.
_ ¿Eres una sirena? _
preguntó el marinero.
_ ¡Las sirenas sólo
existen en los cuentos fantásticos!_
respondió ella con dulce voz.
Seguidamente comenzó a
adornar su pelo con pequeños corales mientras le contaba leyendas de marineros y
sirenas.
_ ¡Juraría que eres
una sirena!_ afirmó el marinero.
Mas ella sólo sonreía con sus ojos y guardaba silencio.
_ ¡No puedes negar tu
propia existencia!_ comentó el marinero.
Al escuchar esto, unas lágrimas
comenzaron a caer de sus ojos.
_ ¡Disculpa si te he
ofendido, no quiero verte llorar!_ se lamentó el marinero.
Pero ella con una atractiva
sonrisa le pidió que le hiciera una pulsera entregándole sus lágrimas que se
habían convertido en perlas.
El marinero se
sorprendió con el acontecimiento y con las perlas en sus manos suspiró y dijo:
_ ¡Esto parece un
sueño!
_ Pues…Persigue tus
sueños, para que puedas encontrar tu destino_ sugirió ella y posteriormente
se lanzó a las profundidades del agua.
Autora: María
Abreu
Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la
mujer que teme al Señor es digna de alabanza. (Proverbios 31:30)
_ ¡Tenemos que terminar
con esta situación! ¡Necesito dormir!_ rugió un tigre.
_ ¿Qué podemos hacer? _
preguntó un flamenco.
_ ¡No lo sé, pero esto
tiene que terminar!_ pronunció una cebra con su pijama puesto.
_ La mejor solución es
unirnos para terminar con este problema_ ideó una pantera.
Los animales nerviosos caminan
de aquí para allá y de allá para acá intentando buscar una salida que les
permitiera recuperar el sueño.
Más en medio de la
situación unas hienas no paraban de
reírse.
_ ¿Por qué se burlan? _ preguntó un jaguar.
_ ¡Es que todas las
noches es lo mismo! ¡Aquí no hay quien duerma!_ respondieron las hienas entre
risas.
Los animales muy intranquilos
chillaban, rugían, berreaban y aullaban de los nervios.
_ ¡Llevamos mucho
tiempo sin poder dormir!_ baló una cabra en medio de un lamento.
_ ¡Tranquilos, ya tengo
la solución!_ dijo el tigre muy listo.
_ ¿Cuéntanos,
cuéntanos?_ preguntaban los animales con mucha curiosidad.
_ ¡Pediremos ayuda a
una lechuza!_ explicó el tigre.
El tigre contó el plan
a los demás animales y luego se marchó en busca de la lechuza en medio de la
oscura noche.
La encontró en el hueco
de un gran árbol y le pidió ayuda. Ésta aceptó y caminaron juntos hacia la
orilla del río y ahí encontraron el problema.
Allí un hipopótamo
dormíaproduciendo grandes ronquidos lo que impedía que los demás animales
pudieran conciliar el sueño.
_ ¡Uh uh!_ le cantó la
lechuza al oído.
En ese instante el
hipopótamo despertó y minutos después se volvió a dormir sin roncar.
Pero al poco tiempo se
volvió a repetir la misma situación anterior, pero esta vez los ronquidos iban
en aumento. Y la lechuza volvía de nuevo a susurrarle.
_ ¡Uh uh!
La lechuza pasó toda la
noche en vela susurrando al hipopótamo siempre que comenzaba a roncar. Y, por
eso, desde esa misma noche se convirtió en la guardiana de los sueños. ¡Ssss! ¡Todos duermen!
Autora: María
Abreu
En paz me acostaré y
asimismo dormiré; porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado. (Salmos 4:8)
Era una mañana de otoño, la brisa acariciaba los árboles
como queriendo desprender las hojas de sus ramas, algunas de color amarillento
y otras de color café pintadas por la estación.
Se escuchaba el crujir
de las hojas secas bajo los pies del conejo Pablito que iba de camino a su
madriguera.
El viento, otra vez el
viento, soplaba con mayor fuerza despegando las hojas de los árboles que
discretamente rozaban la piel del conejo Pablito hasta que finalmente caían al
suelo.
Con olor a hojas secas,
el conejo Pablito continuaba su camino dejando tras de sí la silueta de algunas
hojas marcadas en el suelo. Olía a otoño.
Se podía seguir
escuchando el crujir de las hojas secas tras los pasos de Pablito hasta que muy cerca de él pudo ver a una serpiente en el tronco de un viejo árbol.
Por ese motivo Pablito cambió de dirección recordando que el
miedoalertador es dueño de la
seguridad. Eso le había enseñado siempre su madre.
Autora: María
Abreu
El avisado ve el mal, y se esconde; mas los simples pasan, y reciben el
daño.(Proverbios
22: 3)
Va cayendo la noche,
los árboles apenas se miran en la sombra. Definitivamente el sol se aleja del
bosque. Oculto entre las nubes, cierra sus radiantes ojos para descansar.
En ese instante, el
cielo abre sus puertas dejando escapar los destellos de las estrellas. Algunas
le hacen un guiño a la noche, mas la luna silenciosamente alumbra la noche por
si alguien tiene miedo a la oscuridad.
Mientras allá abajo, en
el bosque, comienzan los suspiros:
_ ¡Buenas noches!_
trinan los pájaros posados sobre las ramas de los árboles.
_ ¡Buenas noches!_
dicen los animales tumbándose en el suelo.
_ ¡Buenas noches!_
susurran los insectos ocultándose bajo las hojas secas.
Fin
Autora: María
Abreu
En
paz me acostaré y asimismo dormiré; porque sólo tú,
Jehová, me haces vivir confiado. (Salmos 4:8)
Es la mañana del 21 de
marzo. El viento comienza a soplar suavemente agitando las ramas de los árboles
como queriendo arrancar el polen de las flores. El viento llega con alegría,
bailes y movimientos deseando anunciar algo.
Pero se asoma el sol y comienza
a calentar el bosque. Mágicamente reverdecen los pastos y florecen los árboles dejando
fluir un delicado aroma.
Llegan las mariposas
revoloteando sobre las flores y embriagándose de colores vuelan de aquí para
allá. En ese instante se escucha una multitud de silbidos, borboteos y dulces
cantos.
Más un canto sobresale,
pues hay pocos pájaros que canten mejor que él. Es un ruiseñor anunciando la llegada de la primavera.
_ Ha llegado la
belleza, el amor, un nuevo comienzo _ canta
el ruiseñor, moviéndose ágilmente entre la vegetación.
Ligeramente sale del
matorral y salta hacia el suelo. Ahí, al descubierto, camina entre las hojas buscando
insectos para comer.
Después de haber soportado un frío invierno lleno de
oscuridad y soledad. El ruiseñor entiende quela primavera siempre trae nuevos
comienzos y abre camino a la esperanza.
Autora: María
Abreu
“Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque
he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; se han mostrado las flores en
la tierra.”(Cantares 2:10-12).
Cuando la manecilla del reloj rozaba la
media noche, un príncipe alumbrado sólo por la luz
de la luna salía desde su palacio a caminar por las llanuras del bosque rumbo a
un mágico lago azul. Allí agarraba su guitarra y comenzaba a cantar.
Una princesa que vivía frente al lago lo
observaba desde el balcón de su habitación. Muy enojada por los cantos del príncipe
envió una lechuza a decirle que
hiciera silencio.
_ ¡Sssss! ¡Sssss! Pero
como a la lechuza no le gusta dormir de noche, al final se quedó acompañando al
príncipe.
Como cada noche cuando la manecilla del reloj rozaba la media nocheel príncipe iba al lago a cantar con su guitarra. La princesa cansada
de sus cantos decidió tirarle piedras. El príncipe asustado miraba para todos
los lados sin descubrir quién se las estaba lanzando.
Más tarde, ella envió a
cientos de cigarras, que posándose
en los troncos de los árboles entonaron un
canto rechinante. Viendo la princesa que el príncipe estaba aturdido por
el escándalo de las cigarras, le pareció muy divertido. Y decidió bajar del
balcón para aproximarse al lago con la intención de seguir divirtiéndose
haciéndole maldades.
Pero cuando iba de
camino, dos lobos salpicados por la
luz de la luna le salieron de frente. Entre pausas, aullaban como guerreros
feroces. Los lobos se estaban acercando demasiado y la princesa comenzó a
gritar pidiendo auxilio. Mas el
príncipe no podía escucharla por
el canto de las cigarras.
Los lobos seguían
acercándose y ésta sintiéndose en peligro comenzó a correr velozmente por el
bosque sorteando los matorrales; pero tropezó cayendo al suelo. Seguidamente se
levantó y cuando intentó seguir, se dio cuenta que no podía ver los reflejos de
la luz de la luna que le alumbraban el paso, ni siquiera los farolitos de las
luciérnagas. Se había quedado ciega al caer sobre un montón de polen negro.
Entonces angustiada
comenzó a gritar una y otra vez. En ese momento las cigarras habían hecho una
pausan en su canto y el príncipe logró escuchar los gritos de la princesa e
inmediatamente corrió hacia el lugar de donde provenían.
Viendo a la princesa en
peligro, el príncipe cogió un palo y se enfrentó a los lobos que la rodeaban
consiguiendo ahuyentarlos. En seguida se acercó a la princesa, la tomó de las manos
y mirándola a los ojos se dio cuenta de que estaba ciega.
La princesa confundida
y asustada le dijo:
_ ¡Márchate! Mas el
príncipe con mucha ternura le expresó:
_ ¡Seré tus ojos en la
oscuridad!_ Y tomándola de la mano comenzó a caminar con ella hacia el lago
azul.
Cuando llegaron al lago
el príncipe vio a un unicornio
bebiendo agua en la orilla e inmediatamente corrió a pedirle que le devolviera
la vista a la princesa.
El unicornio de color
azul caminó hacia ella y apuntándole a los ojos con su cuerno le lanzó un haz de luz. En ese instante la
princesa comenzó a ver y a observar todo lo que había a su alrededor. Dirigió
su mirada hacia el príncipe y mirándole fijamente, observó sus ojos verdes y el
flequillo que reposaba en su frente. Después se acercó a explicarle:
_ Yo no merecía que me
rescataras. Me divertía haciéndote maldades desde mi balcón.
_ Lo más importante de reconocer los errores es que te dan la oportunidad
de reflexionar para mejorar_ dijo el príncipe con una dulce sonrisa.
En ese instante el
viento sopló suavemente moviendo el pelo de la princesa y le cubrió el rostro.
El príncipe le apartó el pelo y la princesa fijando su mirada en los verdes
ojos del príncipe se acercó y le besó.
¡Mas la luna seguía
alumbrando la noche sin declarar que era a la princesa a quien el príncipe le
cantaba cuando la manecilla del reloj rozaba la media noche!
Autora: María
Abreu
El amorno hace nada indebido,
no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor (1Corintios 13: 5)
Un ratón cansando de
ser perseguido por los gatos y de ser rechazado por las personas de la ciudad
decidió coger su maleta, ponerse su sombrero y mudarse al bosque.
Allí se hizo amigo de
untigreque era soberbio y de carácter rebelde. Éste muchas veces
manipulaba al ratón para que lo acompañara a la orilla del río porque quería
contemplar su hermosa imagen reflejada en el agua. Le deleitaba ver su pelaje
color naranja y sus rayas en tono marrón oscuro. ¡Presumía de belleza!
......
También lo utilizaba
para divertirse tirándolo al suelo con su gran cola. El ratón con su naturaleza
escurridiza a veces quería evitarlo pero como le tenía miedo dejaba que se
divirtiera a su costa. ¡Aunque le hiciera daño!
Se sentía atrapado bajo
la voluntad del tigre y evitaba las discusiones. Una tarde éste le pidió que lo
acompañara a las afuera del bosque a lo que el ratón le respondió que era
peligroso.
La rebeldía del tigre
muchas veces le llevaba a extremos peligrosos y obligó al ratón a ir con él con
la excusa de que tanta tranquilidad le aburría.
Mientras disfrutaban
del paseo unos cazadores por sorpresa dispararon al tigre el cual cayó dormido
y aprovecharon para encerrarlo en una gran jaula de madera. El ratón había
corrido sin ser visto y permanecía escondido subido a un árbol.
Los cazadores dejaron
al tigre enjaulado con la intención de regresar en la madrugada para llevárselo
a la ciudad y luego venderlo.
Ante esta situación el
ratón comenzó a pensar que había llegado la oportunidad de librarse de la
manipulación del tigre y dejar atrás todos sus miedos. ¡Era la hora de ser
libre!
Entonces empezó a bajar
del árbol lo más rápido que podía, pero al escuchar el despertar y los rugidos
del tigre se asustó y resbaló cayendo al suelo. Ahí se quedó por unos instantes
para mirar y disfrutar del encierro y la angustia del tigre…, pero finalmente
sintió compasión. ¡No podía dejarle abandonado!
Corrió y subió a la
jaula y comenzó a roer el tablón de madera que servía para cerrar la puerta
hasta que consiguió devorarlo por completo. Respiró profundamente por unos
segundos y luego gritó:
_ ¡Ya estás libre!
¡Corre, disfruta de tu libertad porque puede ser que mañana te la roben!
El tigre asustado y con
lágrimas en los ojos echó a correr a toda prisa hacia el interior del bosque.
Al día siguiente cuando
los cazadores encontraron la jaula vacía comprendieron que el tigre se había
escapado y se marcharon entendiendo que perseguirle dentro del bosque era muy
peligroso para ellos.
En aquel momento el
ratón comenzó a disfrutar de su tranquilidad. Se sentía feliz lejos del tigre y
aprovechaba cada día para disfrutar de las cosas que más le gustaban. Se pasaba
los días recolectando frutos, trepando, saltando y haciendo algunos agujeritos
en los troncos de los árboles.
Pero para su sorpresa,
cuando menos se lo esperaba, apareció el tigre diciéndole:
_ ¡Gracias amigo por
salvarme! ¡Perdona mi mal comportamiento!
_ ¡Estás perdonado, te
puedes ir!_ dijo el ratón decidido a no dejarse manipular por nadie.
_ ¡Quiero ser tu amigo!
¡Te prometo que esta vez todo será diferente!_ exclamó el tigre.
El ratón no creía lo que estaba escuchando y añadió:
_ Si es cierto lo que
estás diciendo tendrás que demostrarlo pero lejos de mi.
Pero el tigre estaba
dispuesto a ganarse su confianza y amistad. Así que cada día intentaba hacerle
compañía y le llevaba diferentes alimentos.
También lo agarraba con
su gran cola y lo montaba encima para llevárselo a pasear de una manera súper divertida. Hasta
que al final consiguió ganarse la confianza del ratón y se hicieron muy buenos
amigos.