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sábado, 31 de julio de 2021

El conejito Fito entre la alegría y la tristeza

El conejito Fito caminaba con us padres por el centro del bosque  y de pronto a su derecha ve una casa grande con muchas luces.

Era la casa de la alegría, ahí se escuchaban, ruidos, cantos,  júbilos,  gritos, y risas sin parar. 

El conejito Fito atrido por la alegría quiso entrar a la casa, pero papá conejo tomándolo de la mano le explicó:

_ Fito, no entres. La alegría sin moderación va de la mano de la travesura y sus pasos conducen a la locura.

Continuaron caminando y a la izquierda, el conejito Fito vio la casa de la tristeza cubierta por unas nuves negras.

El pequeño conejito quiso entrar, pero mamá coneja tomándole de la mano le explicó:

_ No entres Fito. La casa de la tristeza está llena de quejas, llantos, desdichas, miserias y lamentos por los problemas de la vida.

_ ¿Entonces, para dónde voy? _ preguntó el pequeño conejito.

_ Sigue caminando por el camino de la templanza, ella mira las alegrías de la vida sin hacer locuras y las tristezas sin caer en depresión.

Con este equilibrio impedirás que tus pasos se desorienten mi pequeño Fito.

 

Autora: María Abreu

 

Mas el fruto del Espíritu es templanza; contra tales cosas no hay ley. ( Gálatas 5:22-23)

 



miércoles, 12 de mayo de 2021

El conejito Fito no quiere bañarse _ Cuento corto

Una tarde de calor, el conejito Fito llegó sudado a casa, después de haber jugado en el bosque al “pilla-pilla”.

Mamá coneja, al verlo sucio y sudado, le mandó a bañarse, pero el pequeño conejito le dijo que no. Nuevamente mamá coneja le manda a bañarse y éste le repite:

_ ¡No quiero!

Mamá coneja, ante su negativa le explica:

_ Si no te bañas puedes tener mal olor corporal y eso puede provocar la burla o el aislamiento de los demás.


 

Al conejito Fito se le sonrojó la carita de asombro sólo de pensar que se reirían de él por andar sucio.

Mamá coneja, mirando la carita sonrojada de asombro del pequeño conejito, continuó explicándole:

_ Los elefantes entran en los lagos para echarse agua con su trompa. Los lagartos se bañan en los charcos. También los hipopótamos se meten en los lagos para bañarse porque les gusta estar limpios.

Después de esta explicación, mamá coneja agarró al conejito Fito y lo metió en una bañera…, le dio una esponja y un bote de jabón con olor a limón.

Dentro de la bañera, el pequeño conejito no paraba de divertirse cada vez que mamá coneja le enseñaba a frotarse la espalda, las orejas, los pies y el resto del cuerpo.

Desde ese día, el conejito Fito aprendió a bañarse todos los días.

 

Autora: María Abreu

 

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. (Salmos 51: 10)



El conejito Fito en calma bajo una tormenta en el bosque _ Cuento corto

Llueve precipitadamente, se oyen las gotas de agua golpear los tejados de la casa, y caer al suelo, formando grandes charcos de agua. La lluvia cae entre truenos, relámpagos y fuertes vientos, que soplan con un gran silbido.


 

Mas, dentro de la casa del conejito Fito, reina la calma. Todos están sentados tomando una taza de té caliente, en la mesa de comedor del salón.

Mientras afuera, retumban los truenos, los relámpagos y la fuerte lluvia, que junto al indomable viento sopla como si se estuviera desatando una gran tormenta en el bosque.

El conejito Fito, y sus padres, sigue en calma, y en tranquilidad.

No se escucha ninguna voz chillona, falsa, hipócrita, mandona, mentirosa, o que intente alzarse por encima de los demás con soberbia, para ofender o humillar a alguien de la familia.

Aunque la tormenta de fuera, ruje con todas sus fuerzas, la familia permanece en calma y unida.

 

Autora: María Abreu

 

Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. (Salmos 127: 1)


 



El conejito Fito está ansioso _ Cuento corto

Mamá coneja está sentada en la cama junto al conejito Fito intentando que éste se duerma, pero él no para de dar vueltas porque no puede dormir.

Entonces mamá coneja para que pueda conciliar el sueño empieza a leerle un cuento:

Un grupo de animalitos se cepillan los dientes, se ponen el pijama y en fila entran en un barco donde acostumbran a dormir.

En el barco, mecido por las olas, duermen tranquilos como si estuvieran en una cuna.

Acunados por las olas, su estado de relajación es tan placentero que cuando alguna preocupación quiere llegar a sus mentes, las dejan pasar como si fueran olas pasajeras sin detenerse en ellas…  

Con este lindo cuento el conejito Fito se quedó dormido plácidamente sin ningún tipo de ansiedad.

Mama coneja cierra el libro, apaga las luces y lo deja dormidito bien abrigadito.

 

Autora: María Abreu

Cuando me acuesto, me duermo enseguida, porque sólo tú, mi Dios, me das tranquilidad. (Salmos 4:8)

 



El conejito Fito se enoja por todo _ Cuento corto

Mamá coneja se va de compras a la tienda de juguetes con el conejito Fito con la intención de comprarle una hucha.

Cuando entran a la tienda éste se queda impresionado con la boca abierta al ver tantos juguetes. Y le echa mano a un cochecito.


 

_ ¡Hijo, colócalo en su lugar!

_ ¡No ¡

Ante la negativa, mamá coneja le quita el juguete y lo pone en su sitio.

El conejito Fito al verse sin el cochecito, es tanto su enfado que la carita se le pone roja y la frente arrugada. Y dando pataletas se pone a llorar.

Mamá coneja intenta calmarlo explicándole:

_ Hijo el dinero no nos alcanza para comprar ese juguete.

Sin embargo, el conejito Fito en lugar de calmarse cruza los brazos, pone la cara arrugada y fea, y se va a un rincón de la tienda.

Mamá coneja sin perder la calma se le acerca y con mucha ternura le explica:

_ Sé que te sientes frustrado porque no te puedo comprar ese juguete, pero no por eso debes enfadarte ni gritar para expresar lo que sientes.

Mamá coneja le dio un abrazo y negoció una solución para comprar aquel juguete.

Para ello le habló del ahorro y le compró la hucha con forma de cerdito para que aprendiera a ahorrar y se marcharon.

Pasado un tiempo volvieron a la tienda y con el dinero que el conejito Fito había ahorrado compró el cochecito

De esta manera mamá coneja no sólo le enseñó el valor del ahorro sino que también le enseñó a dominar sus emociones y a tener paciencia.

 

 Autora: María Abreu

La discreción del hombre le hace lento para la ira, y su gloria es pasar por alto una ofensa.

(Proverbios 19: 11



Al conejito Fito no le gusta que cojan sus cosas sin permiso - Cuento corto

La liebre es un amiguito que le lleva dos años de diferencia al conejito Fito. Y cuando va a visitarlo nunca le pide permiso para usar sus juguetes.

Esto hace que el conejito Fito se ponga muy triste, que casi no hable y se ponga a llorar en silencio.


 

Papá conejo que nota la tristeza de su pequeño conejito lo abraza y llamando a la liebre se sienta con ambos y les explica con cariño:

_ Liebre, debes aprender a pedir permiso antes de usar los juguetes del conejito Fito y también darle las gracias. Algo igualmente importante, es pedir perdón y compartir.

Con este consejo la liebre se acercó al conejito Fito y le dio un abrazo súper fuerte para que dejara de llorar.

Acto seguido le pidió perdón y le invitó a jugar juntos.

Desde ese día la liebre entendió cuán importante es aprender a pedir permiso para usar las cosas de los demás.

Autora: María Abreu

 

No niegues un favor a quien te lo pida, si en tu mano está el otorgarlo. (Proverbios 3: 27

 



El conejito Fito tiene miedo a su propia sombra - Cuento corto

Papá y mamá conejo van con el conejito Fito a la parte llana del bosque para jugar al fútbol.

El pequeño conejito se divierte corriendo detrás de la pelota, pero apartando la mirada de ésta se da cuenta de que una sombra proyectada en el suelo lo está persiguiendo.

Corre sin parar, para intentar alejarse, pero la sombra continúa persiguiéndolo donde quiera que va haciendo sus mismos movimientos.


 

Al no poder librarse de la sombra, el conejito Fito se pone a llorar desesperadamente y corre aterrado a los brazos de mamá coneja que abrazándolo le explica:

_ Hijo, no tengas miedo, la sombra es tu propio cuerpo que se refleja en el suelo.

El conejito Fito mira al suelo y se da cuenta de que la mancha oscura y sin rostro aún sigue ahí a su lado y grita aún más fuerte.

Papá conejo se acerca y le explica:

_ Hijo, todos tenemos una sombra. Yo tengo una, observa cómo me pongo a bailar con ella.

El conejito Fito mira a su padre y le da mucha risa ver lo mal que baila.

_ Ven hijo, baila y salta con la tuya_ le invitó papá conejo.

En ese momento el conejito Fito se aleja de los brazos de mamá coneja para bailar y saltar con su sombra.

Desde ese día, la sombra pasó de ser algo tenebroso a algo divertido para el pequeño conejito.

 

Autora: María Abreu

El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente. (Salmos 91: 1) 



El conejito Fito no quiere comer verduras - Cuento corto

Mamá coneja sentada en el comedor de la cocina le dice al conejito Fito que la comida del día es unas ricas verduras hervidas.

El conejito Fito con cara de rechazo se queda mirando el plato de verduras y tapándose la boca con las dos manos dice que no.


 

Mamá coneja se sienta a su lado y le explica que las verduras le ayudarán a crecer sano y fuerte. Pero el conejito Fito vuelve a decir que no y empuja el plato.

Papá conejo viendo la negativa del conejito Fito de comer verduras se acerca tranquilamente y empieza a hacer una carita feliz de verduras.

Para ello cogió una rodaja de pepino, le puso dos guisantes para los ojos y una tirita de zanahoria para la boca feliz.

El conejito Fito entre la duda y la curiosidad fija su mirada en la carita feliz de verduras y se queda atengo mirando a papá conejo comérsela.

Papá conejo seguía haciendo carita feliz de verduras, hasta que de repente ve cómo el conejito Fito de un zarpazo coge una y se la come entre risas.

Con este juego papá conejo enseñó al conejito Fito a comer las ricas verduras.

 

Autora: María Abreu

Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios. (Eclesiastés 9:7) 

 

 



miércoles, 21 de abril de 2021

El conejito Fito no obedece a sus padres - Cuento corto

Mamá coneja, le aconseja al conejito Fito, que no vaya a jugar al Sur del bosque, porque un enooorme coyote gris, suele pasear por el lugar.

El conejito Fito, al escuchar la historia del gran coyote gris, le despertó mucha curiosidad de conocer uno, a pesar, de la prohibición, de mamá coneja.

Por eso, le pidió permiso, para que le dejara ir a jugar, al jardín del bosque.

Con el permiso de mamá coneja, el conejito Fito salió de la casa con la finalidad de ir a conocer al gran coyote gris, pese al peligro que esto, le podía ocasionar.

 

El conejito Fito, camina oculto silencioso, entre los troncos de los árboles para ver al gran coyote gris.

De repente siente que alguien le tira de la oreja, y cuando voltea la cabeza se encuentra cara a cara, con el gran coyote gris.

Intenta huir, pero el gran coyote gris, lo tiene atrapado por la oreja.  El conejito Fito, siente que su vida pende de un hilo, y para salvarse, grita y da patadas al aire.

Con tantos movimientos, milagrosamente, el conejito Fito logra deslizarse de las garras del gran coyote gris, y sale huyendo del lugar.

El gran coyote gris lo persigue, pero no logra atraparlo, porque el conejito Fito consigue ocultarse en una pequeña madriguera.

Ahí dentro, oculto y silencioso, el conejito Fito temblaba de miedo.

Pasaban las horas, y el conejito Fito tenía cuidado hasta de asomar el morrito por el agujero de la madriguera.

....... .....

Papá y mamá coneja, al ver que se hacía tarde, y que el conejito Fito no había llegado a casa, salieron a buscarlo al bosque.

Preocupados, caminaban por el bosque y lo llamaban por su nombre, pero el conejito Fito no respondía.

De repente, a lo lejos, logran ver al gran coyote gris acostado, acechando frente a la puerta de una madriguera. Entonces se dieron cuenta de que ahí dentro, podría estar oculto el conejito Fito.

Mama coneja y papá conejo, se, escondieron detrás del tronco de un gran árbol y desde allí, empezaron a tirarle piedras y palos al gran coyote gris, logrando ahuyentarlo.

Luego corrieron y se metieron dentro de la madriguera llamando y buscando al conejito Fito, mas éste no respondía.

Papá conejo, buscó en un pequeño agujero, dentro de la madriguera y, ahí dentro encontró al conejito Fito oculto y muy asustado. Papá conejo, lo cogió en brazos y se lo llevó de regreso a casa.

.... ....

Una vez en casa, papá conejo con mucho amor le explicó al conejito Fito, que no se puede ser desobediente y salirse con la suya. La desobediencia, siempre trae consecuencias.

 

Autora: María Abreu

 

Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. (Efesios 6: 2-3)

 

 



lunes, 15 de marzo de 2021

El conejito Fito aprende a cepillarse los dientes correctamente

El conejito Fito termina de cenar su purecito de calabaza y zanahoria. Acto seguido, se baja de la silla para irse a dormir.

Mamá coneja le dice que no se puede ir a la cama sin cepillarse los dientes, y tomándolo de la mano se lo lleva al baño.

Frente al lavado, mamá coneja, le da un cepillo de dientes y pasta con sabor a menta fresca, pero el conejito Fito se niega diciendo a todo que no.

Ante la negativa del pequeño conejito, mamá coneja intenta convencerle explicándole:

_ Si no te cepillas, unos bichitos empezarán a comerse tus dientes y les harán unos agujeros llamados caries.

El conejito Fito, como no quería tener agujeritos en los dientes, agarró el cepillo y empezó a cepillarse.

Entonces mamá coneja cepillándose ella le explica la manera correcta del cepillado.

Los dientes en forma de movimientos circulares, de arriba abajo, y las muelas en movimiento, barriendo hacia adelante.

De esta manera, el conejito Fito aprendió a cepillarse los dientes y se fue con sus dientes limpios a dormir.

..... ......

Cada día el pequeño conejito se cepillaba los dientes 3 veces después de cada comida, y sus dientes estaban fuertes, blancos y sanos.

 

Autora: María Abreu

Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día. (Salmos 25: 5)





domingo, 14 de febrero de 2021

El conejito Fito es rechazado por una conejita - Cuento sobre la amistad

¡No quiero ser tu amiguita! _ le dijo la conejita Alicia al conejito Fito cuando éste le preguntó si podía jugar con ella en el jardín del bosque.

Al escuchar esto, los ojitos marrones del pequeño conejito se empequeñecieron de tristeza al sentirse rechazado.

 


Más tarde, la conejita Alicia comenzó a regar las flores del jardín con un cubito de agua. El conejito Fito que estaba debajo de un árbol, dio un salto y preguntó:

_ ¿Puedo ayudarte?

...... ......

_ ¡No gracias!  ¡No creo que seas capaz de hacer esto!

Con todos estos rechazos, el pequeño conejito caminó hacia el árbol con un sentimiento doloroso en su corazón y pensando:

_ ¡A mí nadie me quiere!

Desde ese momento el conejito comenzó a perder autoestima. Y el sentimiento de rechazo comenzó a destruirlo por dentro.

...... ....

Tanto es así que cuando los animales jugaban, en el jardín, el conejito Fito se quedaba debajo de un árbol, por temor a que también le rechazaran.

El amigo zorro que conocía, su situación, se acercó al árbol y mirándole a los ojos le explicó:

_ Conejito Fito, si la conejita Alicia te rechaza es porque tiene un problema con ella misma, no tú.

_ Es que no sé cómo vencer este sentimiento de rechazo _ se lamentó el conejito.

_ La mejor manera de vencer el rechazo es reconocer el valor que tienes y lo competente que eres para muchas cosas.

Con este consejo, el conejito Fito sacó pecho, se puso de pie y saltó pensando:

_ ¡Tengo valor, soy competente!

Y entre salto y salto se acercó a los demás animalitos, se puso a jugar con ellos e hizo nuevos amiguitos.

La conejito Alicia, cuando vio lo querido y aceptado que era el pequeño conejito, se acercó diciéndole:

_ Perdóname, me gustaría ser tu amiguita.

El conejito Fito muy animado aceptó la amistad y no permitió que nunca... más el rechazo de alguien le hiciera sentirse inferior ni dolor en su corazón. 

Autora: María Abreu

¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? (Romanos 2:4)

..... ....


viernes, 12 de febrero de 2021

El conejito Fito tiene miedo a la oscuridad (Cuento corto)

Dentro de su habitación, mamá coneja lee un cuento al conejito Fito antes de dormir. Al terminar de escuchar el cuento éste le dice que no quiere dormir solo, porque la habitación está muy oscura.

En ese momento mamá coneja busca una luciérnaga y la pone al lado de la cama para que alumbre la habitación; pero el conejito Fito sigue insistiendo en que la habitación está muy oscura.


 

Entonces, mamá coneja lo acerca a la ventana, y comienza a mostrarle el cielo.

Le explica, que las estrellas parpadean, porque tienen sueño. Y que la luna siempre deja su luz encendida para que nadie tenga miedo a la oscuridad.

....... ......

Aprendiendo acerca de la belleza de la oscuridad, el conejito Fito se queda dormido muy a gustito y mamá coneja lo lleva a su cama.

 

Autora: María Abreu

En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. (Salmos 4: 8)

..... ...


sábado, 31 de octubre de 2020

El conejito Fito aprende a ordenar su habitación

Mamá coneja está sentada en el sofá del salón viendo la tele cuando de repente oye al conejito Fito llorando en su habitación.

Rápidamente se levanta del sofá y va a investigar por qué está llorando.

Cuando abre la puerta observa al pequeño conejito buscando algo por todos los lados sin dejar de llorar. Y se da cuenta que está buscando su carrito de juguetes preferido y que no lo encuentra.




 

En ese momento mamá coneja se le acerca, le toma de la mano y le explica:

_   Es normal que no encuentres su carrito de juguetes por todo el desorden que tienes en su habitación. Si quieres encontrarlo primero piensa en el orden.

..... .....

_ ¿Por qué mamá? _ preguntó el conejito Fito

Observa tu cuerpo, todo está en su lugar. Imagina que tus ojos un día estuvieran en las manos, otro día en los pies o en las rodillas _ expuso su madre.

_ ¡Eso sería un desastre! _ exclamó el pequeño conejito.

_ Pues debes aprender que el orden es importante para saber dónde está cada cosa _ reveló su madre.

_ ¡Yupi! Pues voy a ordenar mi habitación para encontrar mi carrito preferido.

Dicho esto, el conejito Fito comenzó a ordenar su habitación:

Recogió la ropa limpia y la guardó en el armario. La sucia la llevó a una cesta. Los zapatos los colocó en el zapatero.

_ ¡Lo estás haciendo muy bien! _ susurró mamá coneja.

Y finalmente le dijo que recogiera la sábana del suelo. Cuando el conejito Fito levantó la sábana encontró ahí oculto el carrito de juguetes y se puso muy feliz.

En ese instante mamá coneja volvió a explicarle que el orden es importante para saber dónde está cada cosa.

Autora: María Abreu

 

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. (Salmos 51:10)

 



miércoles, 21 de octubre de 2020

El conejito Fito no quiere dormir solo

Dentro de su habitación, mamá coneja lee un cuento al conejito Fito antes de dormir. Al terminar de escucharlo, éste le dice:

_ No quiero dormir solo, la habitación está muy oscura.



 

En ese momento mamá coneja busca una luciérnaga y la pone al lado de la cama para que alumbre la habitación; pero el conejito Fito sigue insistiendo en que la habitación está muy oscura y que no quiere dormir solo.

...... ......

Entonces, mamá coneja lo acerca a la ventana de la habitación y comienza a mostrarle el cielo. Ella le explica:

_ Las estrellas parpadean porque tienen sueño. Y la luna deja su luz encendida para que nadie tenga miedo a la oscuridad.

Aprendiendo acerca de la belleza de la oscuridad, el conejito Fito se queda dormido muy a gustito y mamá coneja lo lleva a su cama.

 

Autora: María Abreu

En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. (Salmos 4: 8)


.... ...


lunes, 12 de octubre de 2020

El conejito Fito se ha perdido - Cuento corto


Una tarde de verano, mamá y papá conejo le dan permiso al conejito Fito, para que vaya a jugar al bosque, cerca de casa.

El conejito Fito, con su carita sonrojada le da las gracias antes de marcharse.

Al llegar al bosque, lo esperaban sus amigos el zorro y la liebre, bajo las sombras de unos pequeños arbustos.

Éstos desde que vieron llegar al conejito Fito se levantaron del suelo y empezaron a jugar al “pilla-pilla”.

Entre risas y saltos, uno intentaba pillar al otro. Sim embargo, las risas se le apagaron cuando el zorro y el conejito Fito de dieron cuenta de que la liebre corría mucho más rápido que ellos y no podían pillarla.

...... ......

Por ese motivo, cambiaron de juego y decidieron jugar a las escondidas.

Mientras la liebre contaba hasta diez con los ojos cerrados, el zorro y el conejito Fito corrían a toda prisa buscando un lugar donde ocultarse.

Escondido, dentro de una madriguera, al lado del tronco de un viejo árbol, el conejito Fito notó que el tiempo pasaba y nadie lo encontraba.

Empezó a asomar el morrito por el agujero de la madriguera, para ver si sus amigos estaban por ahí cerca y luego volvía y se escondía.

De esa manera, pasaban las horas, con el conejito Fito asomando el morrito por el agujero de la madriguera hasta que finalmente decidió salir de allí.

....... .....

Caminando paso a paso, miraba para todos los lados, y se dio cuenta de que estaba perdido. Quizás porque corrió a esconderse tan rápido que no se dio cuenta por dónde se había metido, ni cuán lejos estaba del lugar del juego.

Perdido y asustado, empezó a llorar llamando a su mamá, e intentaba buscar un camino que le condujera a casa.

De repente, a lo lejos, vio a un perro policía, que se acercaba preguntándole su nombre y la dirección de su casa.

Al conejito Fito le brillaron los ojos de alegría y sus mejillas se sonrojaron, porque se sabía muy bien la dirección de su casa. Recordó que su madre siempre le decía que debía aprendérsela por su un día se perdía.

Después de darle la dirección al perro policía éste lo llevó de regreso a casa.

Mamá y papá conejo lo recibieron con los brazos abiertos muy contentos y lo felicitaron por haber dado correctamente la dirección de su casa.

 También le aconsejaron, que debe mirar bien por donde anda, porque eso le ayudará a no volver a perderse.

Autora: María Abreu

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19: 10)

 

 





domingo, 11 de octubre de 2020

Al conejito Fito se le cae su primer diente

El conejito Fito, está jugando en el bosque corriendo detrás de las libélulas y de las mariposas.

Entre saltos y saltos intenta atraparlas. De pronto le suenan unos gases y se toca la barriguita con las dos manos porque siente hambre.


 

En ese momento deja de perseguir a las libélulas y a las mariposas para acercarse a un manzano.

Con un par de saltos intenta agarrar una manzana, pero se da cuenta de que no puede ni siquiera tocarla.

Por ello, decide agarrarse del tronco del manzano para trepar el árbol. Subido en el manzano el conejito Fito logra agarrar una manzana y le da un mordisquito.

Comiendo la manzana, el conejito Fito se da cuenta de que tiene un diente flojo y, siente que el diente baila cuando lo toca con un dedo.

.... ...

Baja del árbol de prisa, y cuando entra en su casita le explica a mamá coneja que tiene un diente flojo.

Mamá coneja, que estaba sentada en el sofá del salón viendo la tele, se levanta y se acerca a tocarle el diente al conejito Fito, y le explica que no tiene que tener miedo, porque es un diente de leche que tiene que caer, para que salga uno más fuerte.

El conejito Fito pone carita triste porque no quiere perder su diente.

Entonces mamá coneja le anima diciéndole que no debe ponerse triste, porque en el momento que su diente de leche se caiga debe colocarlo debajo de la almohada, para que en la noche el ratoncito Pérez se lleve el diente y a cambio de éste, le dejará un bonito regalo debajo de la almohada.

.... ...

Al escuchar lo del regalo, al conejito Fito se lo sonrojó la carita de felicidad y anhelaba con mucho entusiasmo que su diente de leche se le cayera.

Al poco rato, el conejito Fito se fue a jugar a su habitación y volvió corriendo donde mamá coneja con el diente de leche en la mano, porque se le había caído.

Mamá coneja con una dulce sonrisa le entregó un pequeño cofre, para que metiera el diente de leche y lo pusiera debajo de la almohada.

El conejito Fito, con ojitos brillosos, y carita sonrojada de felicidad, metió el diente de leche en el pequeño cofre y se fue saltado a guardarlo debajo de su almohada.

Al llegar la noche, el conejito Fito cenó puré de verduras y un, yogur natural de postre y luego se fue a dormir con su pijamita de rayas.

Acostado en su cama, con el diente debajo de la almohada, esperaba despierto hasta altas horas de la noche, que llegara el ratoncito Pérez. Pero las horas seguían pasando y el conejito Fito finalmente se quedó profundamente dormido.

A la mañana siguiente, unos rayitos de sol que entraron por la ventana de su habitación lo despertaron. El conejito Fito dio un salto, y con mucho entusiasmo buscó debajo de la almohada y encontró un bonito regalo que le había dejado el ratoncito Pérez a cambio de su diente de leche.

El conejito Fito estaba tan contento que se pasó todo el día jugando con su bonito regalo.

 

Autora: María Abreu

 

Y dijo: De cierto os digo, que, si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. (Mateo 18: 3)



El conejito Fito deja de usar pañales

Mamá coneja está dando de comer puré de zanahorias al conejito Fito. De pronto se da cuenta de que éste empieza a empujar con la carita rojita de hacer tanta fuerza.

Mamá coneja lo lleva al inodoro, le quita el pañal y lo sienta para que haga caquita. Pero el conejito Fito se siente asustado y se pone a llorar pensando que el inodoro se lo va a tragar.


 

..... ....

Viendo los llantos del cojito Fito y la resistencia de no querer estar sentado en el inodoro mamá coneja no haya qué hacer para enseñar al conejito Fito a controlar sus esfínteres.

Hasta que se le ocurrió la idea de quitarlo del inodoro y sentarlo en un orinal. Ahí sentado, agarrado por su madre el conejito Fito no para de llorar porque aún está asustado.

En ese momento, mamá coneja lo levanta, le pone el pañal y le calma el llanto con mucho cariño. El conejito Fito hace caquita en el pañal y mamá coneja lo limpia con toallitas húmedas.

Al día siguiente mamá coneja le está danto yogur natural al conejito Fito. En ese momento se da cuenta de que el conejito Fito está haciendo fuerza con la carita roja de tanto empujar.

..... ....

Entonces mamá coneja lo lleva al baño y lo pone de pie frente al orinal y le explica que le quitará el pañal para que haga caquita, pero el conejito Fito se niega diciendo a todo que no.

Mamá coneja agarra a un oso de peluche y lo sienta en el orinal explicándole al conejito Fito que no debe tener miedo que, ahí estará cómodo como su oso de peluche.

Finalmente, el conejito Fito se sienta en el orinal y desde ese día dejó de hacer caquita en el pañal.

Autora: María Abreu

 

Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.  (Isaías 41: 13)



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