馃尶 El cuento del Salmo 91
En un peque帽o pueblo rodeado de 谩rboles, monta帽as y r铆os, viv铆a Lucas, un ni帽o alegre, juguet贸n y curioso.
A Lucas le encantaban las aventuras, por eso un d铆a dijo:
—Mam谩, ¿puedo ir al bosque a buscar a mi burrito para dar un paseo?
—El burrito est谩 un poco lejos de casa, pero puedes ir —respondi贸 su madre.
Entonces Lucas, muy feliz, se fue corriendo hacia el bosque. Pero de pronto escuch贸 un fuerte rugido…
¡Era un enorme le贸n de melena gris que se acercaba con pasos lentos y mirada feroz, dispuesto a atacarlo!
Lucas se detuvo con el coraz贸n latiendo muy fuerte. Puso la mano en el pecho, se gir贸 y se encontr贸 cara a cara con el le贸n. En ese mismo instante se oy贸 un gran estruendo en el cielo: ¡un rayo cay贸 y parti贸 un 谩rbol en dos! El le贸n, asustado, sali贸 corriendo y desapareci贸 entre los 谩rboles.
Lucas mir贸 al cielo y sinti贸 en su coraz贸n que alguien lo hab铆a salvado.
Continu贸 su camino, pero tropez贸 con una rama y cay贸 al suelo, justo al lado de una enorme serpiente que sacaba la lengua y se mov铆a con intenci贸n de trag谩rselo. Lucas se levant贸 r谩pidamente y corri贸 con todas sus fuerzas. Al mirar hacia atr谩s, vio a un cazador que con su machete hab铆a cortado la cabeza de la serpiente.
Sigui贸 caminando entre la maleza, a煤n asustado, sin saber si continuar o regresar, hasta que escuch贸 a su burrito rebuznar:
—¡Jijo, jijo!
Entonces se dio cuenta de que ya estaba cerca.
Todo parec铆a tranquilo… hasta que un rel谩mpago ilumin贸 el cielo, seguido de un trueno ensordecedor. La lluvia empez贸 a caer tan fuerte que parec铆a que se desataba una tormenta.
Lucas, con las manos sobre la cabeza, corri贸 y se refugi贸 dentro de una cueva. Los rel谩mpagos centelleaban en el cielo, los truenos retumbaban en el bosque y la lluvia no cesaba. Ten铆a miedo… s铆, mucho miedo.
Se sent贸 en el suelo, puso la cabeza entre sus piernas, queriendo llorar y gritar… hasta que record贸 lo que su madre siempre le ense帽aba, los vers铆culos del Salmo 91:
“Pues a sus 谩ngeles mandar谩 acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
Me invocar谩, y yo le responder茅;
Con 茅l estar茅 yo en la angustia.”
Entonces Lucas or贸 a Dios, sabiendo que 脡l lo escuchaba y lo cuidaba de todo mal. Seguro de que Dios hab铆a enviado un 谩ngel para protegerlo, se qued贸 dormido en medio de la tormenta, confiado y en paz.
Pasaron las horas, y alguien se asom贸 a la entrada de la cueva extendi茅ndole la mano. Era aquel cazador que hab铆a matado a la serpiente.
Lucas se levant贸 y lo sigui贸 hasta su burrito. Subi贸 feliz sobre 茅l y regres贸 a casa, donde le cont贸 a su mam谩 todo lo que hab铆a sucedido.
Esa noche, antes de dormir, Lucas sonri贸 y dio gracias a Dios, porque comprendi贸 que el Se帽or siempre cuida a los que conf铆an en 脡l

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