Cuentos clásicos

miércoles, 18 de enero de 2017

El patito negro

En un bonito estanque vivía un patito negro de piquito redondo y ojos rojos. Todos los patos amarillos del estanque se burlaban de él y le apodaron: “El patito feo” sólo por ser negro.

Días tras días el patito negro sufría el rechazo y la burla de los demás. Cuando intentaba volar los patos amarillos le saltaban encima para que no volara y cuando nadaba le pegaban en la cabeza.

Hasta que un día harto de recibir tanta discriminación racial, el patito negro les explicó:

_ ¡Sea blanco, negro o amarillo a mí me respetan!

Seguidamente se puso a chapotear sobre el agua, se zambullía y comía plantas acuáticas y volaba en forma de V ante la atenta mirada de los patitos amarillos.

_ ¿Me están mirando?  ¡Soy un pato igual que ustedes aunque mis plumas sean negras!

A partir de ese momento los patitos amarillos reflexionaron que ser físicamente diferente no es motivo de rechazo y se hicieron amiguitos del patito negro.

Autora: María Abreu


Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: Ciertamente {ahora} entiendo que Dios no hace acepción de personas. (Hechos 10: 34)